Ni se están cumpliendo los acuerdos ni se han mejorado las retribuciones de los médicos.
No podemos permanecer inactivos ante las declaraciones del Sr. Rodríguez, Consejero de Sanidad en su intervención ante la Comisión de Sanidad del pasado 08/06/2021.
Acceso a la comparecencia (A partir del minuto 14)
Importante también hacer mención a lo expresado por Cesar Pascual vocal del PP del que hablaremos en su día.
ESPEREMOS QUE EL SR. REVILLA TOME CARTAS EN EL ASUNTO Y RECUERDE AL CONSEJERO QUE MENTIR NO ES LO CORRECTO Y QUE LOS ACUERDOS SE RESPETAN
EL CONSEJERO DE SANIDAD MIENTE Y MANIPULA
Ni se están cumpliendo los acuerdos ni se han mejorado las retribuciones de los médicos.
Es difícil entender que alguien tenga la cara tan dura para engañar a los representantes de Cantabria y lo que es peor a los ciudadanos con esos trucos de trilero que ha utilizado el Consejero de Sanidad en su intervención ante la Comisión de Sanidad del pasado 08/06/2021.
Escondidos en el COVID, que gestionaron tan deficientemente poniendo en peligro la salud de los sanitarios de la comunidad, como así lo certificó la Inspección de Trabajo, evitó en todo momento cumplir con unos acuerdos que siempre despreció y que implicaban conocimiento, trabajo, esfuerzo y capacidad de gestión.
Nunca el Sr. Miguel Rodríguez se dignó a reunirse con sus profesionales para el seguimiento de los acuerdos, dejando los mismos arrinconados en territorio de nadie, escondido entre sus gestores que únicamente le servían de parapeto para no dar la cara, y cuando ha tenido que darla ha manipulado los procedimientos, las cifras y, lo que es peor, la situación de la Sanidad de Cantabria, a la que está llevando a un abismo de difícil salida.
Los ciudadanos saben perfectamente cuál es la percepción de la sanidad que reciben y del esfuerzo de los profesionales para llevarla adelante, sin medios humanos ni económicos.
A los médicos se les ha subido el sueldo en el mismo porcentaje que al resto de empleados públicos, sin haber recuperado todavía la pérdida de poder adquisitivo de la crisis anterior, es decir cobramos menos que en el 2009.
El consejero da cifras de manera capciosa y tendenciosa. Es completamente falso que los médicos de Primaria estén ganando más que los de los hospitales, pues esto depende de las horas extras que se hagan bajo el concepto de guardias obligatorias, de las cuales se hacen más en el hospital. Parece que lo único que pretende el Sr Rodríguez es sembrar discordias entre compañeros.
Los médicos de AP han pasado, por imperativo de la Administración, a ser los únicos empleados públicos obligados a trabajar 37 horas semanales en vez de las 35 actualmente vigentes, lo cual supone el abono de esas horas extras. En ningún caso es un incremento salarial.
Hizo mención el Sr. Rodríguez el gasto de 6 millones de euros anuales para los programas de absorción de la demanda y otros, acordados para evitar las listas de espera en los centros de salud sin sobrecargar las agendas de los médicos, y la realidad es que apenas se han destinado trescientos mil euros, cantidad insuficiente para hacer frente a la demanda existente. Dicho dinero es menos que el que se ahorran no contratando médicos por lo que no interesa acabar con dicho déficit.
Esto conlleva que no se estén respetando las cargas de trabajo pactadas, superándose en muchas ocasiones las agendas médicas en más del 50% de pacientes estipulados y que ya suponía de hecho prácticamente el doble de lo que atienden los médicos europeos.
Nadie puede imaginarse que si un traumatólogo puede operar tres caderas en su jornada de trabajo, de pronto se le exija hacer seis, pretendiendo que acorte el tiempo de intervención a la mitad o bien que doble su jornada de trabajo sin ningún tipo de compensación para evitar las listas de espera. Pues bien, esto es lo que sí está haciendo con los médicos de primaria, citando como falsas urgencias a varios pacientes a la misma hora o con pocos minutos de diferencia.
Respecto a los diez millones que el consejero afirma se han destinado a carrera profesional, continúa faltando a la verdad, pues se debe a que durante años, con el único fin de falsear la cuentas, no se ha abonado dicha cuantía (que forma parte de las retribuciones íntegras de los profesionales) bajo las más peregrinas excusas, obligando, a los médicos a acudir a los Tribunales aún a sabiendas de que iban a perder porque había jurisprudencia previa que nos daba la razón.
Es la acumulación de dicha sentencias lo que obliga ahora a la Administración a hacer frente a esos pagos atrasados que durante años se ha negado a abonar.
Todo lo referente a carrera profesional firmado en los acuerdos de salida de huelga está siendo incumplido por el actual consejero lo cual llevará a nuevos conflictos y nuevas sentencias que habrá que abonar por los que vengan detrás, mientras se va desgastando a los profesionales.
Desde primeros de año no se abonan las horas extras llevadas a cabo en los hospitales, así como los trasplantes, las jefaturas de guardia y otros conceptos retributivos.
No se ha actualizado el importe de la hora de guardia para el año 2020 tal y como recogen los acuerdos del 2019, siendo en la actualidad uno de los más bajos de España tanto para residentes como adjuntos.
El consejero confunde eficiencia con recortes e impagos.
No se ha puesto en marcha ni una sola de las medidas recogidas en los acuerdos para evitar la falta de médicos en las llamadas zonas especiales o de difícil cobertura.
Durante la pandemia se han contratado 241 enfermeras y tan sólo dos médicos, por lo que queda claro quienes son los profesionales que más han sufrido la sobrecarga asistencial derivada del COVID. A pesar de ello, Cantabria es la única Comunidad Autónoma donde los médicos no han recibido ningún tipo de compensación por su sobreesfuerzo.
Y no solamente en AP estamos sufriendo un déficit de profesionales médicos. El hospital de Laredo se enfrenta a una situación en la que sólo tres anestesistas están disponibles para hacer guardias, lo que lleva a la suspensión de quirófanos y a que los profesionales tengan que hacer más de 10 guardias mensuales, incumpliendo así toda la normativa española y europea de descansos entre jornadas. No sabemos si el consejero pretenderá que encima lo trabajen gratis porque si lo cobran parece que se considera un incremento retributivo ¿no será porque no contratan suficientes profesionales y a los que quedan los obligamos a hacer horas extras más allá de todo límite legal y razonable?
Ni mencionar la imposibilidad de conciliar la vida laboral y profesional y el disfrute normalizado de las vacaciones a las que todos tenemos derecho y que se nos niegan sistemáticamente.
Todo ello está llevando a que mientras otras CCAAs consiguen retener a dos tercios de los residentes que forman, aquí apenas conseguimos retener a un tercio.
Fiar las soluciones a un gran acuerdo nacional es tratar de ocultar la realidad a los ciudadanos. Ahora mismo ya no existe un sistema nacional de salud sino 17 distintos incapaces de la más mínima coordinación entre ellos.
Esta fragmentación ha sido un maná para nuestros políticos pues les ha permitido multiplicar en cada comunidad autónoma los cargos políticos, multiplicándose las direcciones, subdirecciones, coordinaciones y todo tipo de cargos de libre designación que empobrecen el sistema, tanto económica como profesionalmente, al marginar los criterios técnicos de profesionales bien formados y preparados por criterios políticos en manos de gente de escasa capacitación.
No se necesitan recortes camuflados como cambios, se necesita invertir en los profesionales, pero nuestros políticos prefieren gastarlo en proyectos de “alta tecnología” difícilmente justificables en una comunidad pequeña como la nuestra sin haber realizado el más mínimo estudio de coste-oportunidad ni coste-beneficio, solamente porque son más rimbombantes de cara a la opinión pública y les genera publicidad y autobombo.
Sólo así se entiende que mientras se destinan decenas de millones de euros a dichos proyectos, la consejería de Hacienda, al mismo tiempo, está exigiendo a AP que recorte de aquí a fin de año en 10 millones el presupuesto asignado, presupuesto ya de por si inferior al de 2019 y muy por debajo del 25% que recomiendan todas las organizaciones sanitarias internacionales.
Ahora mismo no sólo peligra la red rural de asistencia sino toda la atención primaria en su conjunto.
No sólo de aplausos viven los médicos.