El Diario Montañés
ANA ROSA GARCÍA
El parón por el covid dispara las listas de espera y eleva de tres a cinco meses la demora media
Casi 12.000 personas tienen pendiente una intervención quirúrgica en el Servicio Cántabro de Salud, 1.300 más que el pasado diciembre, y la previsión es que el atasco aún crezca el resto del año
GERENTE DEL SCS
«Estamos en una situación dura y va a ser muy difícil remontar; esto se cruza con la incertidumbre del covid»
A LA CABEZA
Traumatología acumula un tercio de los pacientes en cola para ser operado, con una demora de seis meses
SOLUCIONES
Revisar los criterios de indicación para operar, «priorizar bien» y abrir más quirófanos de tarde
El parón quirúrgico causado por el covid-19 ha disparado las listas de espera, que apuntan su peor balance en la última década, y ha elevado la demora media de tres a cinco meses. En concreto, de los 100 días con que se cerró 2019 a los 149,7 días del último junio –casi el doble de lo que se esperaba de media justo dos años antes–. Los datos de este primer semestre, publicados ayer por el Servicio Cántabro de Salud (SCS), reflejan las consecuencias del azote del coronavirus en el sistema sanitario, que ya arrastraba «una situación preocupante» antes de que irrumpiera la pandemia, como reconoce la gerente, Celia Gómez.
No hay que olvidar que el año pasado se alcanzaron las listas de espera más abultadas desde 2013, con 10.570 pacientes en cola, un aumento achacado entonces desde Sanidad a la conflictividad laboral entre los sanitarios, con huelga incluida, y al impacto de las oposiciones. Ahora, son 11.942 los pacientes que tienen pendiente una intervención quirúrgica en el SCS, en su mayor parte a cargo de los servicios de Traumatología, que acumulan un tercio el volumen total (4.271), seguido de Oftalmología (2.370) y Cirugía General y Digestivo (1.717). Un aumento de 1.372 personas, respecto al informe de listas de espera del cierre de año, que «era más que previsible», subraya la gerente.
«Con la subida tan rápida de la pandemia, que alcanzó el pico máximo a finales de marzo, se produjo una reducción drástica de la actividad quirúrgica, con el fin de que los pacientes acudieran al hospital sólo lo imprescindible y urgente; y esa paralización se tenía que notar». Por eso, desde las Gerencias de los hospitales se trabaja en planes de contingencia para afrontar futuras oleadas de covid, «aplicando las lecciones aprendidas», apunta Gómez. «En la medida de lo posible, hay que evitar que haya un impacto tan grande en la actividad habitual, salvo que haya repuntes importantes, en cuyo caso habrá que concentrar los esfuerzos en la atención urgente».
Por hospitales, Valdecilla cuenta con 7.488 pacientes a la espera de pasar por quirófano, casi un millar más que en diciembre, con 154,6 días de demora –ahí se han añadido 49 días–; Sierrallana, que cerró el año con 2.828 y 103 días, tiene ahora 3.259 pacientes y 152,6 días; y Laredo se mantiene en 1.195 pacientes (apenas veinte menos) y sube de 66 a 110,9 días de demora. No obstante, pese a lo negativo del balance postcovid en las listas de espera quirúrgica, la gerente asegura que «no hay duda de que entonces se hizo lo que había que hacer, dada la incertidumbre a la que nos enfrentamos». Eso sí, «a futuro» confía en «poder compatibilizar mejor la asistencia al coronavirus con el resto de patologías». E insiste en que «la nueva normalidad conlleva una serie de protocolos, como es la realización de pruebas PCR a todos los pacientes que ingresan, que enlentecen los ritmos. No se recupera la actividad como si no hubiera pasado nada». Sin perder de vista, además, que todo queda a expensas de cómo evolucione la pandemia. También los planes para paliar las listas de espera. «Intentaremos recuperar la actividad extraordinaria, como las operaciones en horario de tarde, pero lo básico ahora es revisar todos los circuitos y dar garantía y seguridad a los pacientes».
La «prioridad» del SCS es «atacar la demora», que es la que más ha notado «el frenazo de actividad» motivado por el covid. El análisis detallado por especialidades refleja un aumento generalizado –sólo se ‘salvan’ Cirugía General y Cirugía Torácica, que acumulan menos pacientes que seis meses atrás y mantienen el tiempo de espera–, con un mes añadido a la media que ya tenían, que en el caso de Cirugía Vascular y Neurocirugía son dos más, aunque la demora media más alta la registra Cirugía Plástica, con 210 días, seguida de los seis meses (185 días) que tienen de espera los apuntados en la lista quirúrgica de Traumatología, y eso hablando sólo de medias.
La gerente del SCS cuenta con que el número de pacientes pendientes de operar «seguro que sube a medida que se retomen las consultas», ya que el tiempo que han estado contenidas también ha supuesto un freno a la entrada en lista de espera. «Estamos en una situación muy dura y va a ser muy difícil remontar: tenemos que hacer un tremendo ejercicio de organización, con las infraestructuras y el personal que tenemos, y de inversión», apunta. Como medidas para empezar, considera que «es clave revisar los criterios de indicación para ser intervenido y que en la espera lo importante no se quede atrás, que no se despiste entre el gran volumen. Si siempre es crucial priorizar bien, ahora más». Y ahí enmarca el programa informático (MAS) que comunica –aún de forma piloto– a los facultativos de Atención Primaria con los especialistas del hospital.